martes, 29 de mayo de 2012

El juicio a Krahe se convierte en alegato por la libertad de creación






No estaba solo. Javier Krahe se sentó en el banquillo por blasfemia, un delito por el que no se había juzgado a nadie desde que se escribió, en el artículo 525 del Código Penal reformado en 1995, bajo el nombre de “ofensa a los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa” y “escarnio de dogmas, creencias o ritos”. El mundo de la cultura arropó al cantautor y artista en un proceso que muchos de sus compañeros denunciaron como “predemocrático”. “Quizá sea momento de hacer desaparecer el artículo 525”, declaró Montserrat Fernández Villa, que era directora del programa Lo + Plus, la otra persona acusada por una irreverente vídeo casero grabado por Krahe y otras personas en 1977 y emitido en 2004 en el programa de Canal +.
En el juicio, que quedó visto para sentencia tras una vista oral de cerca de dos horas, la fiscal dijo que no formulará acusación, porque no ve delito en ese vídeo, aunque pueda considerarse entran en conflicto la libertad de expresión y el sentimiento religioso. En ese cortometraje, Krahe enseña a cocinar un Cristo crucificado. Aquella cinta “se rodó entre varios” y se hizo “para proyectar en la pared de casa o de algún amigo”, dijo Krahe durante la vista, negando que estuviera destinada a difundirse públicamente. “Yo tenía la cámara, no sé si todo el rato. La idea era improvisar”, ha añadido el artista, que supo que estas imágenes se habían incluido en la película Esta no es la vida privada de Javier Krahe “cuando ya estaba hecha”.
Ver completo:  http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/05/28/actualidad/1338195459_992171.html

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